Echar la mirada atrás y ver cuánto ha cambiado la vida. Amigos que ya no lo son. Conocidos que mejor no haber conocido. Clases que cambiaron de lugar. Personas que ya no están; algunas que sabes que no van a volver, y otras que rezas porque aún puedan volver. Personas que a pesar de todo siguen ahí. Si todos los cambios los eligiéramos nosotros... ains!
La vida sería tremendamente aburrida.
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