lunes, 31 de enero de 2011

Punto y ¿final?

Hace tiempo que no escribo, lo sé. Pero aunque haya dejado de escribir, escribo. Escribo en mi piel lo que no he tenido valor para decir, y escribo en un papel lo que no he tenido valor de hacerlo en mi piel. De la misma manera, aunque haya dejado de amar, amo. He dejado de amar lo que amé, pero amo más que nunca lo que no conseguí amar por siempre. Y escribir o dejar de escribir, y amar o dejar de amar, todo y nada se funden en un un mar revuelto de pensamientos nuevos, de sentimientos desgastados por el tiempo, que no se van, que prefieren morir entre las agujas de un reloj que se quedó sin pilas. Nada funciona. Toda la maquinaria de una vida breve está enmohecida y oxidada, cansada de tener que latir por obligación y no por placer.

Cansado, este hombre está  ya cansado. Cansado, este corazón está  ya cansado.
Cansado de escribir y de amar. Cansado de amar y recordar.

K.Marte

jueves, 20 de enero de 2011

Realidades

Todo cambio en el mundo empieza por el pensamiento. Los de ahí arriba nos controlan, nos manejan como marionetas. Nos dicen en qué debemos creer, qué debemos pensar. Controlan los medios de comunicación. El ejecutivo y legislativo controlan el judicial y los medios de comunicación. Nos convierten en ovejas a las que sólo le interesa que les sigamos, cebarnos y luego esquilarnos y dejarnos con el culo al aire. No buscan nuestro bienestar, sólo buscan nuestro acomodamiento, y en gran parte lo han conseguido, pero tenemos algo a nuestro favor. Confían demasiado en ellos mismos. Tanto es así que se han confiado de más, y no saben que el cambio se está cociendo. Está ahí fuera, alejado de los ordenadores, de las televisiones, de la ignorancia. No busco un cambio político, no busco un cambio de poder, no busco ni utopías ni paraísos. Sólo busco un cambio de mentalidad. Que tanto los de arriba como los de abajo conozca las reglas del juego. Nosotros elegimos a los gobernantes, por lo que nos deben obediencia. Esto puede parecer difícil, pero tenemos algo a nuestro favor, y ya lo he dicho. Ellos confían en que estemos tan aborregados que nos vamos a conformar. Pero como vuelvo a decir, el cambio se está cocinando. Tarde o temprano llegará porque no podéis frenarlo. Nos estamos cansando de vuestra opresión, de vuestras cortinas de humo para que sigáis aprovechándoos del pueblo. Seremos los judíos que se rebelaron contra Egipto. Seremos el pueblo romano contra Nerón. Seremos libertad, igualdad y, fraternidad; un 14 de Julio. Seremos rusos levantándose contra el Zar. Seremos esclavos negros en las colonias. Creéis que vosotros no la vais a vivir, pero ya ha sucedido otras veces. Todo tiene su comienzo... ¿Oyes eso? es el grito de millones de personas. ¿Hueles eso? huele a humo, huele a cambio.

martes, 18 de enero de 2011

Disculpen que no me levante

He fracasado tanto que ya ni me acuerdo de cuando triunfé. En mí, sólo queda un holograma. Nada real, nada que merezca la pena ser real. Mientras, un ritmo se funde como el metal, lento, denso y caliente por mi oído hasta llegar a un cerebro que no quiere escuchar.
He fracasado tantas veces que ya ni me acuerdo de cuando sonreí. Sonreír es fácil, lo difícil es hacerlo con motivos. Me encuentro quieto en medio de la calle, con la mirada perdida, viendo la gente pasar a mi lado a cámara rápida sin tiempo a detenerse. Sin tiempo para reflexionar y siento una herida abierta, que no cierra. Me echo alcohol para que cicatrice, pero sólo acabo tumbado medio inconsciente en cualquier callejón de la ciudad vomitando y viéndome en la mierda más grande del mundo. Me echo sal para que cicatrice, pero sólo me deja sediento, necesitado de agua alentadora, de ese agua que dice que todo va a salir bien. ¿Qué tipo de herida me provocaste entonces, que no cicatriza ni con sal ni alcohol? No lo sé. Bueno, sí lo sé, pero no quiero saber que lo sé. Ahora mismo prefiero elegir el camino de la felicidad antes que el de la verdad.
Aún así, dicen que el tiempo cicatriza las heridas, que esa cuarta dimensión lo cura todo. Que lo hace de manera milagrosa y que no hace falta que hagamos nada, tan sólo esperar, pero he ido a supermercados y tiendas y que no les queda en ninguna parte. Le he preguntado a muchas personas que me encontraba de camino y nadie sabía decirme dónde podía encontrarlo. Incluso le he preguntado a un señor trajeado con maletín que ni siquiera sabía qué era el tiempo. No sabía de qué le estaba hablando. ¿Cómo curar entonces esas heridas que no se van?

He fracasado tantas veces que ni yo mismo sé cómo sigo aquí.











Tu mayor triunfo fue mi fracaso absoluto.

lunes, 17 de enero de 2011

Evasión final

-¿Y a dónde irás?
-No lo sé. Lejos. Lejos de cualquier cosa que haya conocido. Lejos de recuerdos, buenos y malos. Lejos de todo. Me iré... no sé... Siempre me hubiera gustado vivir en Venecia. Florencia quizás. También había pensado en algún pueblo del sur de Francia, cerca de Chambèry o Marsella. Aunque tampoco descarto irme hasta París. ¡Imagina todo lo que podría hacer! Escribir, imaginar, soñar, vivir de verdad. Cosas que no puedo hacer aquí. Buscaré cualquier trabajo, el que sea, y emplearé el tiempo que me quede en hacer lo que de verdad quiero. Me pasearé por las calles en busca de un detalle que fotografiar, una escena que relatar, una vida que soñar, un sueño que vivir. Me llevaré una maleta con pocas cosas, sólo las que de verdad necesite. No quiero ordenadores, ni móvil, ni nada de eso. Sólo me llevaré recuerdos.
-¿Cómo?¿Cómo que recuerdos? Creía que te ibas para olvidar.
-Y por esa razón me voy, pero, ¿quién puede escribir sin recuerdos? Allí crearé nuevos pero, a decir verdad, los viejos inspiran mucho mejor.

domingo, 16 de enero de 2011

Abrazando la tormenta

Seguiremos juntos en un camino distinto. Dejé y dejamos de avanzar. Me quedé en "stand by" y tú estabas al lado, pero a la vez te ibas. Al final me cansé de quedarme quieto, fijo, sin moverme. Y decidí que si no iba a avanzar, al menos iba a asentarme. Tú seguiste, mientras te sentabas conmigo, por el sendero que atraviesa esos bosques oscuros y llegaste al final, llegando a las iluminadas praderas, pero a la vez estabas ahí, acompañando cada una de mis acciones. Me he hecho una cabaña de madera. He encendido una fogata y llevo aquí meses. Me olvidaste a la vez que estabas sentada conmigo, contemplando el fuego resquebrajando la leña. Sé que tú has encontrado otro paisaje, que el tú que me acompaña es falso, es un halo de recuerdos, de deseos internos. En realidad, y aunque no quiera creerlo, te fuiste mientras sigo aquí con mis ciénagas, bosques fríos y oscuros, tormentas que llaman pasajeras. No me repliques nada, cariño. Pensé que si no iba a poder avanzar y dejarte atrás en el camino, lo mejor sería empezar a intentar convivir contigo; a inentar convivir sin ti.



Últimamente me ha dado por paisajes un poco bucólicos y naturales. Necesito un poco de naturaleza ya... me agobia demasiado la ciudad!


Ya que estamos, por si os gusta la fotografía, aquí podéis verla mejor. Un poco de publicidad propia nunca viene mal:
http://www.flickr.com/photos/krossart415/4349110454/

viernes, 14 de enero de 2011

Atraes demasiadas cosas

Escribo sobre nubes con el color de mi futuro, buscando en el aire como sentirme más seguro. Los recuerdos tardan demasiado en marchar, y es que quizás se les caló el coche en el camino de olvidar. Dicen, que el tiempo todo lo transforma, pero pasan las horas... y no veo mejora. Heridas abiertas que no puedo cerrar, ¿les pusiste clave? ¿o quizás cambiaste de cerradura? porque no me entra la llave. Y me quedé tirado en el callejón del olvido, haciendo compañía a pensamientos vacios. Mirando al cielo más oscuro con los ojos vendados, sabiendo que me equivoqué jugándote a tirar los dados...

miércoles, 12 de enero de 2011

Cosas de la vida

Estoy hasta los huevos de la universidad. Es lo más inhumano que puede existir. Es el templo de la frialdad. Aquí todo cada uno mira su ombligo y cuida de su sombra. Nadie se preocupa por nadie. Podrías morir y sólo serías una vacante en tu carrera que ocupará cualquier idiota en busca de su última posibilidad en mi carrera. Sí, estoy estudiando algo que ni siquiera sé si es lo que quiero hacer pero, ¿para qué cambiar si no sé a dónde ir? Lo mío es escribir, dibujar, fotografiar, componer, actuar... me gusta todo aquello que no hago en mi carrera. Me gusta evadirme a dónde me lleva la literatura o la música.
Hasta aquí he llegado, pensé. Me levanté del asiento, guardé los apuntes y el bolígrafo en la mochila y comencé a caminar por el pasillo de clase que llevaba a la puerta. No aguantaba más. Demasiadas cosas en mi mente para guardarlas en un cuaderno.
-¿Sucede algo, señor?- Dijo mi profesor. Decidí no responderle y seguir caminando.
- Le estoy preguntando si pasa algo. Tenga la decencia de responderme, por favor.-Volvió a decir mi profesor. Me detuve un momento, levanté la cabeza y le miré a los ojos fijamente. Estaba tranquilo, como si supiera de que iba la cosa. ¿Qué iba a saber? No tiene ni idea.
-Nada que pueda arreglarse aquí. No importa.
- ¿Podría comentarlo aquí? Si no es personal, claro.-Seguía hablándome con un tono tranquilo, pausado, como el que maneja la situación, pero yo me cansé. Me enojé y solté:
- ¡Claro que puedo!¿Sabe que sucede? Que todo esto está muy bien. Bien no, genial. Al igual que la biología, la química y todo eso. Está genial de verdad, no digo que no, pero no pasa de ser una ínfima parte de todo lo que se debería saber. Me están enseñando cómo hallar la polaridad de las moléculas de materia, pero tengo 18 años y nadie ha sabido enseñarme a querer. Me están mostrando el comportamiento de las células epiteliales pero nadie me ha enseñado a empatizar con el resto. Estoy aprendiendo las propiedades y como experimentar con fluidos, pero ahí fuera sigue muriendo la gente, pasa hambre y la pobreza cada vez es mayor en todo el mundo. África sigue pasando hambre, siguen habiendo dictaduras en Sudamérica, y guerras en Oriente Medio. La mayoría de países de lo que llaman "países desarrollados" están sumidos en el desencanto y en la mayor deshumanización de la historia. Mire profesor, con todos mis respetos y ningún desprecio a su asignatura, creo que hay mil cosas más importantes que hacer que aprender cuáles son los componentes de las células bacterianas, pero eso no lo puedo aprender aquí.- Ni sentirme tan libre por momentos me servía. Miré otra vez al profesor. Apenas se había movido en todo el rato. Seguía de pie apoyado con las manos en la mesa mirando hacia el frente. Entonces giró la cabeza, me miró y sonrió levemente.
-Tienes toda la razón. En serio, no hay peros en tus argumentos. Bueno sí, uno. Nadie puede enseñar a empatizar, a amar, a sentirse bien, porque nadie sabe hacerlo. Son cosas que aprende cada uno con el tiempo, y nunca se termina sabiendo cómo se hace. Por ejemplo, en el amor, las relaciones entre dos personas se basan en su imperfección. Se unen porque se complementan, y entonces juntos sí hacen la perfección. Con lo del hambre en África, las guerras en Oriente, las dictaduras americanas, el desencanto europeo y todo eso se basa en una sucesión de errores humanos, que ha provocado que esta Tierra sea una fuente de miseria, para unos material, para otros emocional, y para los más desgraciados ambas. Así que lucha por un mundo más libre y mejor, pero hazlo desde el conocimiento y siendo útil de verdad. Si sales por esa puerta, te aseguro que no podrás ser ni la mitad de útil que si te quedas y sales de esta universidad como graduado.

martes, 11 de enero de 2011

Nada más que eso

-Espera, no te vayas, por favor. Sé que puedo cambiar. Sé que puedo ser como tú quieras que sea. Puedo acordarme de ti cada dos por tres. Puedo darte toques cada vez que te recuerde. Te llamaré todas las noches aunque sea sólo para darte las buenas noches. Te dejaré mensajes allá por donde vaya para que cuando tú pases los leas. Prometo ser esa persona que era. Prometo volver a ser esa persona de la que te enamoraste.- Una lágrima venida de la frustración resbalaba por la mejilla de James.
-No te das cuenta, que el tiempo ha pasado, y que es tarde. Cometiste errores, aunque no fue sólo culpa tuya, claro está. No sé, el tiempo ha pasado, James. Yo no te quiero hacer daño, pero es así. Ahora dices que no vas volver a  enamorarte nunca más, pero no es verdad. Volverás a encontrar a  otra chica, mejor que yo seguro, qy te dará lo que yo ya no puedo darte. James, como en las películas, los trenes sólo pasan una vez, y ese tren ya pasó. Olvídalo.- Rose tenía una cara triste, como recordando todo aquella herida que fue el tiempo que había sufrido por James, pero que había cerrado con el paso de las hojas del calendario. Se despidió con un beso en la mejilla y un: "Adiós" que supo a punto y final. Dio media vuelta y echó a caminar por una de las calles oscuras, alumbradas por farolas. Entonces James se quedó mirando como la figura de Rose se marchaba y dijo alzando la voz:
-No puedo enamorarme de otra chica. Aún me estoy enamorando de ti.
La delgada figura de Rose se detuvo. Se quedó ínmovil por momento.
Por cierto, en las películas siempre pasa otro tren.- Pronunció James casi sonriendo mientras se daba media vuelta y echaba a caminar en dirección contraria.

lunes, 10 de enero de 2011

Como el viento de poniente

Cuantas veces he escogido el sendero que no era. Cuantas mañanas se tiñeron de oscuridad. Cuantos caminos se cubrieron de niebla. Cuantas veces no pude volver a atrás. No lo sé, la verdad, pero puedo estar seguro que muchas, incontables. Algunos errores no suponen heridas. Pero sí que heridas suponen errores. Así, sin proponerlo, durante toda mi vida he cometido deslices, errores, y grandes equivocaciones.
En realidad, en mi caso, un acto es un error. Pero también un error es una lección. Soy una persona que aprende a palos. Una putada, pero puedo jurar que si me equivoco, no habrá una segunda. Cada palo deja cicatriz, y las cicatrices ahí quedan para siempre. Si esperas de mí que sea perfecto, que sea esa persona que tú buscas, que sea esa persona que lo hace todo bien y que vive feliz, no me esperes, que ese "yo" no va a llegar. Y puedo asegurar que ni la oscuridad, ni los caminos sin salida, ni la niebla, ni la gente normal, ni los perfectos me van a cambiar. Soy así, orgulloso de mí mismo, con la única virtud de aprender de mis defectos. Nunca quise ser normal, soy como soy, soy como el viento de poniente.


Gracias a la música y a un amigo por inspirarme a seguir adelante.
Gracias Dioni ;)

domingo, 9 de enero de 2011

Maybe

Quizá la tierra no sea buena Quizá no tenga abono. Quizá el agua que tengo lo haya obtenido a través de mis tristezas. Quizá me robaste la semilla. Quizá todo sea mentira y no consiga nada. Quizá sea una frustación más, una planta que no florece, un intento fallido de sobresalir de la tierra. Quizá todo sea una trampa de mi subconsciente y vuelva a pudrir. Es posible que todos esos "quizá" sean un "al 99%", pero por qué no pensarlo, aunque sea por no cometer el error... Es posible... Quizá de nada sirva, pero quizá unas ganas nuevas por seguir adelante sirva de algo. Quizá no... pero quizá tal vez.

viernes, 7 de enero de 2011

Interrumpiendo

Llevo varios minutos delante de la pantalla viendo como la raya vertical que marca donde escribo parpadea continuamente y prometo que estoy por pegarle un puñetazo a la pantalla y no sé aún que tengo que decir respecto a eso. A eso que inunda mi alma desde hace tiempo, seguramente demasiado. Bloqueado, sin capacidad de pensar. Sin capacidad de actuar.
¿Por qué todo tiene que ser tan complicado? ¿Dónde coño perdí el libro de instrucciones de mi vida? ¿Dónde está el ticket de devolución? Vivo en una familia de clase media, estoy estudiando la carrera que supuestamente quiero en una universidad fuera de mi ciudad, tengo amigos y una familia más o menos unida. Lo tengo todo, pero no tengo nada. Me siento como aquel que posee todo lo que cualquiera podría querer, pero que le falta lo más importante... Mierda, la idea que vagaba a mi cabeza ha volado, no sé cómo continuar. Quizás otro día siga inventándome cualquier excusa para terminar hablando del amor no correspondido, de ti. de todo lo que sigo echando de menos, cuando tú ya ni te acuerdas de mí.
Adiós.

martes, 4 de enero de 2011

Sed humano

La gente habla de cosas realmente trascendentales como habla del partido de fútbol del domingo. La gran mayoría no tiene ni puñetera idea de qué coño están diciendo y aún así se hacen los filósofos por pronunciar frases que ni ellos entienden de grandes pensadores. Sinceramente, el ser humano está sobrevalorado. Se cree de él que es capaz de todo. Dicen que Dios no existe. Para ellos, ellos son su propio Dios; no necesitan otro pues. El ser humano se enoja cuando una nevada impide el funcionamiento de un aeropuerto, corta kilómetros de carreteras y, por lo tanto, paraliza una ciudad, un país o incluso un continente. Y las preguntas aparecen:
¿Cómo puede una nevada paralizar uno de los países más poderosos del mundo? A la gente se les llena la boca con palabars como "poder" y "mundo". Pocos se dan cuenta que no somos dioses. Que no lo podemos todo. Que podemos cargarnos toda la flora y fauna, pero que hay alguien más fuerte: la naturaleza. Ella no muere y no la podemos destruir; es más, el día que se canse de que le estemos tocando los huevos nos va a mandar a tomar por el culo. Pero ¿el ser humano? No, el ser humano eso no lo sabe. El ser humano es completamente incoherente, tanto con sus palabras como con sus hechos. El ser humano se queja de que ya no puede fumar en lugares cerrados mientras el propio ser humano se muere de cánceres de pulmón. El ser humano arremete contra los controles policiales en las carreteras mientras borrachos atropellan a inocentes. Mientras que en la gran mayoría de razas de animales saben que la unión hace la fuerza, se unen, forman manadas y nunca se pelean entre ellas, comparten la comida conseguida para sobrevivir todos. a  dos niños les das una bolsa de patatas y no tardarán más de 3 segundos en estar gritándose y posiblemente empezando a usar las manos para ver quién de los dos se lo come. Desde pequeños nos peleamos y buscamos sobresalir sobre los demás aunque sea pisando al resto, o sea que prefiero taparme los ojos al ver lo que es capaz un ser humano adulto, ¿maduro? en este mundo. El ser humano está sobrevalorado. Sinceramente, el ser humano está muy sobrevalorado. ¿Aquí? Uno que siente más vergüenza que orgullo por mi especie.


Siempre quise ser palmera en frente del mar 
y que mi trabajo fuera estar y no pensar en respirar, siquiera.

lunes, 3 de enero de 2011

Música de seda

La música es de seda.
Suave, que te abriga.
No quiero sedantes
teniendo música de seda.
La música de seda,
me seda más que ningún sedante.
No hay sedante que se pueda
comparar a una buena seda.
Será que la seda
es suave, como la música.
Se da que la música,
es la seda más sedante.

Se da que la música es la seda única que me seda

domingo, 2 de enero de 2011

Y cuando sucedió

Poco a poco voy dándome cuenta de que mi vida está  falta de ti. Yo no quería seguir echándote de menos, pero mi vida sí que te sigue necesitando.
Poco a poco voy dándome cuenta cuando quiero fotografiar a alguien, pero no tengo a quién. Cuando quiero salir a la calle, pero mis amigos no pueden, y me tengo que quedar en casa. Cuando necesito hablar del amor, y me doy cuenta de que mejor no hablar de amor. Cuando antes bebía para divertirme, y ahora bebo para olvidar y, cuando termino vomitando en cualquier esquina de un callejón y no hay nadie que me sostenga la cabeza y me diga que me tranquilice, que no pasa nada. Cuando por la noche noto la cama demasiado fría, demasiado grande, y sé que no hay nadie que quiera ocupar ese espacio conmigo.
Cuando cada vez que te recuerdo, no me atrevo ni a recordarte.
Apareces siempre por la puerta trasera de mi recuerdo cuando creo que ya eliminé ese rincón de mi mente. Conviertes mis noches en tinieblas, en insomnio, en nuevos pensamientos que hieren mi  desgastado corazón de barro. Derrumbas mi estado de ánimo. Secas mi alma mojando mi almohada. Miro, pero no veo. Toco, pero no siento. Ando, pero no camino. Quiero, pero no amo.
Hago todo igual que antes, pero con la diferencia de que nada es igual. Ahora nada es igual sin ti.

sábado, 1 de enero de 2011

Nuevo año

La misma vida