domingo, 2 de enero de 2011

Apareces siempre por la puerta trasera de mi recuerdo cuando creo que ya eliminé ese rincón de mi mente. Conviertes mis noches en tinieblas, en insomnio, en nuevos pensamientos que hieren mi  desgastado corazón de barro. Derrumbas mi estado de ánimo. Secas mi alma mojando mi almohada. Miro, pero no veo. Toco, pero no siento. Ando, pero no camino. Quiero, pero no amo.
Hago todo igual que antes, pero con la diferencia de que nada es igual. Ahora nada es igual sin ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario