lunes, 10 de enero de 2011

Como el viento de poniente

Cuantas veces he escogido el sendero que no era. Cuantas mañanas se tiñeron de oscuridad. Cuantos caminos se cubrieron de niebla. Cuantas veces no pude volver a atrás. No lo sé, la verdad, pero puedo estar seguro que muchas, incontables. Algunos errores no suponen heridas. Pero sí que heridas suponen errores. Así, sin proponerlo, durante toda mi vida he cometido deslices, errores, y grandes equivocaciones.
En realidad, en mi caso, un acto es un error. Pero también un error es una lección. Soy una persona que aprende a palos. Una putada, pero puedo jurar que si me equivoco, no habrá una segunda. Cada palo deja cicatriz, y las cicatrices ahí quedan para siempre. Si esperas de mí que sea perfecto, que sea esa persona que tú buscas, que sea esa persona que lo hace todo bien y que vive feliz, no me esperes, que ese "yo" no va a llegar. Y puedo asegurar que ni la oscuridad, ni los caminos sin salida, ni la niebla, ni la gente normal, ni los perfectos me van a cambiar. Soy así, orgulloso de mí mismo, con la única virtud de aprender de mis defectos. Nunca quise ser normal, soy como soy, soy como el viento de poniente.


Gracias a la música y a un amigo por inspirarme a seguir adelante.
Gracias Dioni ;)

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