viernes, 7 de enero de 2011

Interrumpiendo

Llevo varios minutos delante de la pantalla viendo como la raya vertical que marca donde escribo parpadea continuamente y prometo que estoy por pegarle un puñetazo a la pantalla y no sé aún que tengo que decir respecto a eso. A eso que inunda mi alma desde hace tiempo, seguramente demasiado. Bloqueado, sin capacidad de pensar. Sin capacidad de actuar.
¿Por qué todo tiene que ser tan complicado? ¿Dónde coño perdí el libro de instrucciones de mi vida? ¿Dónde está el ticket de devolución? Vivo en una familia de clase media, estoy estudiando la carrera que supuestamente quiero en una universidad fuera de mi ciudad, tengo amigos y una familia más o menos unida. Lo tengo todo, pero no tengo nada. Me siento como aquel que posee todo lo que cualquiera podría querer, pero que le falta lo más importante... Mierda, la idea que vagaba a mi cabeza ha volado, no sé cómo continuar. Quizás otro día siga inventándome cualquier excusa para terminar hablando del amor no correspondido, de ti. de todo lo que sigo echando de menos, cuando tú ya ni te acuerdas de mí.
Adiós.

3 comentarios:

  1. Todo eso está vacío si no lo llenamos nosotros. Y a veces es más fácil tener menos para tener menos que llenar ;)

    Aún así, me gustaría leerte hablando del amor no correspondido; frente a mis indescifrables parrafadas tu estilo es sencillo y fácil de seguir. Creéme, yo odiaría leerme, mientras que a veces ese no-esfuerzo se agradece enormemente :)

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