Las teclas blancas frías de un piano. No ha sonado, pero he vuelto a sentir algo que hacía tiempo que no sentía. Teclas blancas relucientes, separadas entre Do, Re y Mi, y entre Fa, Sol, La y Si por teclas negras. Los años pasan, hay cosas que se olvidan. Pero los recuerdos no desaparecen sino que se guardan en algún lugar recóndito del cerebro, y he vuelto a sacar todos esos recuerdos a la luz.
Voy a tocar en el piano de tus costillas sin hacerte cosquillas mi mejor pieza.
Hay cosas que se olvidan... y recuerdos que se mueren, o que se entierran y que florecen de pronto sin darte cuenta. Esos son los mejores; ni sabes que están hasta que vuelven.
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