miércoles, 3 de noviembre de 2010

27 grados 23 minutos

Casi nadie se da cuenta de que realmente el amor es lo que mueve a cada persona de cada ciudad de cada país de este pequeño mundo. Pensadlo. Por él la gente se quita las armaduras, se queda desnudo ante otra persona y no tiene miedo, porque sabe que la otra persona le va a corresponder. Si ella necesita calor, él la arropará. Si ella necesita un hombro, él se lo regalará. Gracias a él miles de personas se consideran felices en este mundo y otras tantas miles están llorando, en depresión o, quien sabe, pensando en el suicidio. Por suerte o por desgracia, el ser humano se mueve por encontrar el amor. Es una mierda, una gran putada eso de depender de una persona que tiene el mismo nivel de pensamiento, de sentimientos y de libre elección que tú. Puedes ser feliz si quien amas, también te ama. Si no es así, ya ve aviso, amigo mío, vas de culo.
Así son las cosas, quieras o no. No puedes quejarte de que alguien está super pesado por el amor, porque lo puedes demostrar más o menos, pero tú estás en la misma situación que el resto del mundo. Y el amor, de verdad, es igual en Europa, África, Asia o la Ántártida. Creo que es de las pocas cosas en este mundo que es realmente universal. Un beso, un beso va a significar lo mismo aquí que en Guinea o Siberia.
Pero bueno, a lo que iba. El amor es una gran putada. Es una constante pelea contra el mundo. Cuando tienes pareja, vas a oír mil veces que el amor no existe, que nada dura para siempre o que te terminará poniendo los cuernos, terminará por aborrecerte o cosas por el estilo. Y en parte es verdad. Pero si estás jodido por el amor, esos mismos que antes te decían que no duraba para siempre, también te dirán que encontrarás a tu amor verdadero, que todo se solucionará. Que el tiempo todo lo cura.
Me hace gracia esa frase de "el tiempo todo lo cura". ¿Qué el tiempo todo lo cura? ¿Qué clase de consuelo es ese? Es la manera más patética de alentar a una persona dolida. Es posible que sea verdad, pero ¿de qué sirve? de nada. Si alguien recurre a esa frase, dígale de mi parte que se puede quedar callado.
Mierda, sigo pensando de más.
-¡Jefe! Póngame otra de ron. (Todo sea para callarme de una puta vez).

1 comentario: