sábado, 16 de octubre de 2010

Por eso Grito!

Y aquí me ves, sin armas, sin armadura,
Sin a quién amar y con la amargura
de lo que fue clara y se volvió oscura,
de lo cruel que pudo llegar a ser la ternura.

No me esperes en casa. Estaré en el fondo del mar...en busca de una vida nueva que no llega en tierra.

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