sábado, 16 de octubre de 2010

Ya me da igual que se lea...


Escribo con las lágrimas que guardé en mi interior
para evitar ahogar con ellas mi pobre corazón,
porque sé que es el momento, pero no volverás,
que te has ido para siempre y nada será igual.
Y todos lo que pasamos ahora sirve de poco,
si cada recuerdo es un palo y cada palo un sollozo.
Y no puedes esperar que acepte tu amistad
cuando hasta hace un par de días éramos mucho más.

Mi casa, la tuya, colegio, las calles,
las plazas, paseos, los bancos, los bares,
las fotos, regalos, recuerdos que ahí están,
tantos buenos momentos que se fueron sin más.
Me he despertado con los ojos rojos esta mañana,
de pasar la noche recordando tus palabras,
y ahora vivo de consuelos ajenos que no consuelan,
tirado solo en el suelo, ahogándome en mi pena.

Una vez dije: nena, no me esperes...
y ahora espero desesperado por volver a verte,
a veces pienso que me lo merezco, a veces no,
a veces quiero creer que existe una solución.
que esto no ha acabado, pero tú has de juzgar,
por favor, no me recuerdes como uno más,
recuérdame como ese chico especial,
al que tu amor, la distancia mató al final

No hay comentarios:

Publicar un comentario